LA
REHABILITACIÓN ENERGÉTICA.
La
rehabilitación de la vivienda, puede comprender, además de las necesarias
operaciones de reparación estructurales, ornamentales, etc…, una serie de
mejoras en los cerramientos de la vivienda que reducirían el consumo energético
de la misma, beneficiando directamente la economía de sus ocupantes (a menos
consumo, menos gasto en las facturas energéticas).
En
nuestro país, el 53% del parque residencial esta formado por viviendas
construidas con anterioridad a 1979, que el año en que entró en vigor la
primera normativa relativa a la eficiencia energética de los edificios que
establecía la obligatoriedad de colocar aislante en los cerramientos de las
viviendas. Con estos datos vemos que la mitad de nuestras viviendas son un gran
agujero de pérdidas energéticas.
La
supresión, en la medida de lo posible, de dichas pérdidas energéticas, sobre
todo en viviendas antiguas, es en la actualidad un objetivo ya a nivel europeo,
puesto que los Estados miembros se han comprometido a reducir para 2020 el
consumo de energía primaria en un 20%.
Un
edificio posee una serie de cerramientos exteriores que crean un espacio
interior donde es preciso mantener un confort para poder vivir, desarrollar
actividades, etc…
Para
mantener el confort interior en nuestros edificios es necesario aportar energía, que se pierde a través de los cerramientos exteriores (envolvente). Dependiendo de cómo sea la envolvente de un edificio, la pérdida de
energía a través de fachadas, cubiertas y sobre todo ventanas, será mayor o
menor. A menor pérdida de energía, menor consumo y menor gasto, de ahí la
importancia de asegurarse una envolvente de nuestro edificio de una cierta
calidad en lo que a aislamiento respecta, es decir: cerramientos correctamente
aislados y ventanas con rotura de puente térmico y características que procuren
un mejor aislamiento.
Otro
elemento que afecta a exceso de consumo energético es el tipo de instalaciones
que utilizamos para lograr el confort interior necesario. En muchos hogares y
establecimientos siguen instaladas calderas viejas muy poco eficientes
energéticamente.
Mediante
la rehabilitación energética se trataría de mejorar en todos estos elementos
que influyen en el mayor consumo energético de nuestros edificios (cerramientos e instalaciones). Pudiendo llegar a
alcanzar, mediante una correcta rehabilitación energética, reducciones del
consumo de hasta el 50% del gasto que supone el consumo de los sistemas de
climatización.
Las
inversiones que se deberían realizar, siempre dependiendo de las
características de cada edificio, pueden amortizarse en plazos entre 10 y 15
años, que en comparación a la vida útil de un edificio, se tratan de plazos muy
pequeños.
Además
suponer un ahorro directo en las facturas energéticas, el hecho de tener un
hogar o establecimiento, más eficiente, energéticamente hablando, supone
obtener una mejor calificación energética según la normativa prevista para este
2013. Dicha normativa obligará a la certificación energética de los inmuebles
que vayan a ser objeto de venta o alquile, por lo tanto, una mejor calificación
energética de un inmueble trae consigo una revaloración del mismo a la hora de
su venta o alquiler.
Por
otra parte, no hay que olvidar los beneficios que supone esta mejora en la
eficiencia energética de nuestros edificios, ya que la reducción del consumo
lleva implícita la reducción de las emisiones de CO2.
Por
todo ello la rehabilitación energética se convierte en una actividad
beneficiosa en muchos aspectos, a pesar de ser una gran desconocida para la
mayoría de propietarios de inmuebles. CENYTAL, asegura el estudio de las
características particulares de cada edificio y sus necesidades energéticas,
para ayudarle a conseguir la optimización del uso de la energía a través de una
adecuada rehabilitación energética de su edificio.
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