EL CERTIFICADO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA: OBLIGATORIO EN 2013 PARA COMPRAR, VENDER Y ALQUILAR.
Tal y como ocurre con los electrodomésticos, todos deberemos
tener claro que letra es nuestra vivienda, a partir de enero de 2013.
Tanto viviendas, como locales comerciales y oficinas, o
cualquier tipo de inmueble que vaya a ser objeto de alquiler o compraventa a
partir de enero del año que viene, deberá poseer el Certificado de Eficiencia
Energética que, a través de la Etiqueta de Eficiencia Energética, le asignará
una letra que irá de la A (mayor eficiencia=menor consumo energía) a la G
(menor eficiencia=mayor consumo de energía) describiendo la calificación
energética del inmueble.
No hay que obtener una calificación determinada para vender
o alquilar la vivienda, solo es una etiqueta informativa para los futuros
compradores o inquilinos, pero hay que tenerla. De hecho, esta etiqueta deberá
aparecer en cualquier anuncio, tanto en los escaparates de las inmobiliarias
como en los portales inmobiliarios.
Esta nueva valoración energética de la vivienda según su
consumo tendrá consecuencias en las valoraciones de los inmuebles por los
posibles compradores o arrendatarios, ya que podrán considerar, además del
precio de compraventa o alquiler, el coste de la energía que consume el mismo.
“Está claro que una vivienda que tenga
calificación energética A acabará teniendo un precio superior a otra de
características similares y en la misma zona de calificación G. Esto es como si
existieran vehículos de la misma marca y modelo clasificados de la A a la G en
función del menor o mayor consumo de combustible. Nadie duda de que estaríamos
dispuestos a pagar más por los que menos consumen. Pues en las viviendas va a
acabar ocurriendo lo mismo”, explican en Aegi (Asociación Empresarial de la
Gestión Inmobiliaria).
Este certificado lo
podrá emitir un arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico.
El propietario elegirá libremente entre aquellos profesionales que ofrezcan
este servicio en función del precio que le oferten. Es en este punto donde
aparece CENYTAL como una empresa con profesionales especializados en el campo
de la eficiencia energética, que estudiará su caso y velará por recomendarle
las medidas de mejora adecuadas a su inmueble y su uso.
El plazo de validez
del certificado será de 10 años y la inspección del cumplimiento corresponderá
a las comunidades autónomas. El comprador o inquilino lo podrá reclamar y el
propietario podrá ser multado.
Se trata de una
nueva normativa que muchos verán como un aumento directo de gastos a la hora de
la compraventa o del alquiler, pero que puede derivar en un auténtico ahorro
energético, si los propietarios de los inmuebles se deciden a realizar las
mejoras necesarias para obtener una mejor calificación energética. Los ahorros
anuales que se podrían obtener son de aproximadamente 13.400 toneladas
equivalentes de petróleo, suponiendo que se realizaran actuaciones de mejora de
la eficiencia energética en un 10% de los edificios certificados y se
consiguiera un ahorro medio de un 20% con las medidas.
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